DE APOYOS Y QUEJAS
Todo va por aquel dicho, uno muy manido
y utilizado desde hace años y años, que dice aquello de `quien no llora…no tendrá pañuelo con el que sonarse´, mucho más de
estar solo, a solas, sin nadie alrededor al que acudir, al que pedir amparo,
cobijo, protección o socorro.
Minardi. Alonso 2001. De: Boris |
Fernando Alonso comenzó con buen paso,
reclamando, apoyando motores más potentes, unos que arrojen más caballaje al
asfalto. También una mayor influencia de la aerodinámica y sobre todo, muchas
más pruebas para que las escuderías mejoren y hagan más competitivos sus
bólidos. Luego sin embargo, quizás olvidando sus inicios en Minardi, arremetió
contra los pequeños, casi al grito de `pezqueñines,
no gracias´. Así el español clamó al hilo de que la F1 es muy cara dijo: “Si algunos
equipos no pueden permitirse las pruebas, es su problema, es la naturaleza del
deporte”. La verdad es que sorprende que el bicampeón no caiga en la
cuenta, que un pelotón de solo ricos sería imposible, por raquítico, por
elitista. Precisamente en este deporte, siempre hubo equipos que suplían la
falta de billetes verdes, de capital, con una indiscutible innovación,
creatividad e ingenio. Y cuando las reglas eran muy distintas, más abiertas,
nunca nadie pasó por los problemas dinerarios actuales, jamás.
Sabemos por activa y por pasiva, que
cada vez que Helmut Marko opina, suele levantarse una polvareda similar, a la causada
por el 7º Regimiento de Caballería, los apodados como `Garryowen´, igual que la
canción irlandesa que entonaban frecuentemente. Resulta que `Herr Doctor´
anduvo teorizando sobre como gestionaron la sustitución de Sebastian Vettel en
Red Bull, entre si alzar a un joven de la estructura, véase un piloto de Toro
Rosso, o haber fichado a uno ya consagrado. Al final como bien sabemos, el
elegido fue Daniil Kvyat, titubeante en las primeras carreras, pero luego,
desde Mónaco, pegando el estirón. Marko calificó al ruso como: “Un piloto joven,
que no tiraría la toalla con todas las dificultades técnicas”. Luego
dejo un recado, en este caso para Fernando: “Digamos que de haber puesto a un piloto
como Alonso, se hubiera quejado todo el tiempo”. A mí esto me sonó a
algo escuchado en el gran premio de Japón, camino del Hit Parade, Trending Topic para mucho tiempo.
El idioma castellano es rico en
términos, en palabras. Por tanto, el número de combinaciones posibles para
construir frases, refranes o chascarrillos es enorme. Imaginaos que hablo de `echar balones fuera´, o eso de “no ver
la paja más que en el ojo ajeno´. Inmediatamente pensaríamos en cosas como
escaquearse, escabullirse, eludir las responsabilidades. Pues de haber un
especialista en esto, sin duda, Bernie Ecclestone. Resulta que al británico, le
ha dado ahora por decir, que equipos como Mercedes o Ferrari acabarán por
destruir la fórmula 1, por su egoísmo, su falta de empatía con el resto, el no
querer mirar al futuro. Encima fue y apostilló: “Podemos hacer cosas para devolver a la F1 a
su lugar. Estamos aquí para entretener al público”. Esto lo dice
alguien, que cambia las reglas de su circo, y encima a peor, como quien se
cambia de calcetines o camiseta. O a Bernie se le ha ido alguna que otra tuerca
de rosca, o quizás nunca las tuvo, al menos, en su sitio.
Sergio Marchionne. De: fimalaga |
No es que me ofusque con `el tito´ y
sus cosas, su manera de mal hacerlo todo dentro de un mundo tan tecnificado
como el de la fórmula 1, dado que hasta el mismísimo presidente de la Ferrari,
Sergio Marchionne, se quedó muy a gusto hablando de tabernas, beodos y bebercios.
“Hace un año
bromeaba, porque parecía que nuestras reglas las habían diseñado cuatro
borrachos en un bar. Parece que han reducido un poco el consumo”,
dijo el italiano. Sin dejar la maza, quizás mejor, el martillo pilón, de esos
grandes, habló también de cuestiones de vetos adquiridos y de costes de
suministro para las unidades de potencia: “Quienes dictan las normas, no pueden imponer sus
condiciones a la administración económica del equipo”. No conocía yo
esta vena beligerante del mandamás de los Cavallinos Rampantes, pero
sinceramente, no se dejó nada en la recámara, no se anduvo con chiquitas, se
quitó un gran peso de encima.
Sabemos que uno de los pilotos más
simpáticos y sonrientes del paddock, es sin duda, Daniel Ricciardo. Muy a su
pesar sin embargo, la temporada de Red Bull Racing, no ha dado para alegría
alguna, salvo detalles sueltos en los compases finales, sobre todo en la
carrera de Austin. El aussie opinando de lo visto sobre el asfalto en el 2015,
tiene muy claro que los Mercedes son los primeros de la clase como alumnos
aventajados. Y lo peor de todo, es que va para rato. Cuando se le preguntó por
la brecha abierta, fue claro: “¿Qué cuanto están por delante? Demasiado. Seguirán
siendo el equipo a batir el próximo año”. Es cierto que los Ferrari
les arrebataron tres grandes premios, pero el resto del año, color plata y
bostezo. Cara al 2016, Ricciardo no quiere poner sus miras demasiado altas. En
mi opinión, queda por ver qué nos brinda el propulsor Renault, rebautizado como
TAG-Heuer, en las manos expertas de otros suizos, los de Ilmor, y Mario Illien
al frente de la ingeniería.
¿Cantidad o calidad? This is the question. Desde luego
también dependería, y mucho, de lo que estemos hablando, del percal, pues no es
lo mismo decenas de carreras de chapas, de coches tuneados o de monoplazas de fórmula
1. El calendario de estos últimos para el 2016, cumple a la perfección lo de “más largo que un día sin birra”, con 21
grandes premios. Algunos de ellos están en países de difícil pronunciación y mayor
en cuanto a su localización en el mapa. Enseguida Toto Wolff, Sergio Marchionne
o Maurizio Arrivabene, se pusieron a echar cuentas y dicen que nos les cuadran.
El jefe de Ferrari de paso, no sé si antes o después de fumarse un pitillo,
dijo: “el
calendario es realmente una locura”. El responsable de Mercedes,
introducía una variable adicional; su personal, el equipo de carreras. Con muy
buena perspectiva, Wolff, apuntaba a que ya 19 citas son agotadoras para sus
gentes, un ir y venir de acá para allá. Veremos, de nuevo, si la lógica,
aplastante, vence.
Pit stop plateado. De: Mercedes |
Benjamín Hoyle, de serlo, pasará a la historia como
uno de los peores espías jamás vistos, al menos, dentro de la F1 actual. Para
empezar, el nombre no es bueno, pues llamarte igual que esas botellitas que hay
en los minibares de los hoteles, no da seriedad, enjundia ni prestancia. Luego al
anunciar con amplia antelación, el pasado Mayo, que dejas el equipo Mercedes, y
más tarde estos comprobar que falta documentación importante, denota o una
impericia digna de alguien muy poco dotado, mala suerte o directamente estar gafado. Hoyle llego al equipo de la estrella
plateada en la temporada 2012, recalando en el Dpto. de Ingeniería de
Rendimiento. Los de Brackley al descubrir que sus intenciones eran tomar rumbo
a Maranello en el año 2016, le pusieron en actividades al margen de la F1,
vamos, a dar sombra al botijo, aunque sospechan que al ser cazado, pudo borrar
los datos supuestamente hurtados. Lo último del caso es que Ferrari niega que
vayan a ficharle, que allí nunca irá.
Ver otros ecos:
“Artículo original en caranddriverthef1”
“Liándola hasta con las
gomas”
“Después del end vino el
open”
http://samgp2250.blogspot.com.es/2015/12/tras-el-final-vino-la-apertura-o-no.html
One
week later: Abu Dhabi 2015
“Sin
miedo, ninguno”
Y su palabra es la ley
Información
de F1 en: "Callejón de boxes"
https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=420612814740692&id=234995019984190¬if_t=like