domingo, 26 de julio de 2015

Ecos desde los boxes: ¡Al pan, pan y al vino...!






SIN MORDERSE LA LENGUA



La verdad es que el colombiano Juán Pablo Montoya Roldán, ojo con las rimas de su primer apellido, nunca lo hizo. Tipo de fuerte personalidad, rápido con un volante entre las manos, es de los firmes partidarios y demostrado defensor, de que la línea recta es el camino más corto entre dos puntos, hasta en la antigua chicane conocida como "la parada del autobús" dentro del circuito de Spa Francorchamps.


Williams. J. P. Montoya. Mónaco 2003. De: Sutton

Por ello y la vista del rumbo que toma la actual fórmula 1, no dudó ni un segundo en afirmar: “Los pilotos ahora son unos vagos”. Aclarar eso sí, que no es que lo fuesen antes de llegar a la F1, ni tampoco todo el rato, pues Montoya se refiere al tiempo que están dentro del cockpit solamente. Está directamente relacionado con algo que todo el mundo en este deporte conoce, la excesiva “monitorización”, sensores por doquier en los monoplazas, cientos, y el papel desempeñado por los ingenieros de carrera. Ellos constantemente indican al piloto si los frenos están demasiado sobrecalentados, cuestiones de mapas motor-consumo, de cuanto desgastar o no los neumáticos, etc. Y aquí es donde Juán Pablo aporta una muy buena idea; eliminar sensores, dejar que los pilotos conduzcan sus coches como antes, de manera intuitiva, sintiendo los cambios en el bólido según transcurre una carrera. Está claro, quien tuvo, tiene y tendrá siempre.

Todavía recuerdo que con la llegada de la democracia a España, se acuñó de manera sarcástica la frase, “que se pue largar, ya no hay problema”. Pues en la fórmula 1, año 2015, al contrario; problemas tendrán los que hablen por la radio, aquellos que den o reciban instrucciones de cómo pilotar el monoplaza. A esto en la lengua de Shakespeare se le llama coaching. Parece un mal chiste, pero es totalmente cierto, empezando ya en Hungría por cosas como la configuración del embrague para la salida, ya únicamente desde boxes, sin cambios posibles. Los bugas tampoco podrán tener un botón específico para ello. En cuanto a lo que se podrá decir vía radio, solo mensajes de seguridad, problemas críticos en el coche, si lloverá o no y creo que la hora exacta. Charlie Whiting volvió a mentar el “famoso” artículo 20.1, uno ya desempolvado el año pasado. Por tanto, dicen, solo deben comentarse cosas estrictamente deportivas; ¡hombre Charlie, de cine y de música nunca hablaron! 

Una vez pasados a limpio los datos de la encuesta de la Asociación de Pilotos, varias fueron las secuelas. Claire Williams se mostró taciturna: “Creo que los resultados llegan demasiado tarde para ser discutidos”. Mientras tanto, David Coulthard, señalaba que los patrones de los equipos dicen estar muy  pendientes de la opinión del público, aunque solo frente a las cámaras, para luego hacer lo que les viene en gana. Desde luego el más original fue Damon Hill, poniéndole música al asunto, lo que siempre es de agradecer: “¿Alguna vez se oyó que los Rolling Stones hicieran una encuesta?”. El británico además cree que “el deporte sabe por si solo lo que necesita hacer”. Imagino que el campeón del mundo del año 1996 se referirá, a que de hacer bien las cosas, ningún sondeo era necesario, algo poco cierto en este momento. Discrepo además en que la fórmula 1 pueda hacer por sí sola nada, sin unos dirigentes aptos, competentes, entendidos y muy preparados. 


Williams FW18. D. Hill. Brasil 1996. De: Sutton

Niki Lauda desde sus inicios en la competición automovilística, fue otro que se caracterizó por su rapidez, su constancia y por no morderse nunca la lengua. De inicio es algo lógico, porque de hacerlo duele y mucho. Por tanto acumula decenas comentarios lacónicos, repartiendo estopa desde los lejanos años 70. El último tuvo tintes gastronómicos: “En Maranello hacen mucho mejor los espaguetis que los coches”. Rápidamente, como es habitual en él, Toto Wolf ejerció de bombero, declarando que todo el mundo sabe de lo abierto y directo que es Niki al opinar, quizás demasiado para los tiempos que corren. Ya con el temporal algo más calmado, Lauda dijo: “Los italianos saben que Ferrari siempre ocupará el número 1 en mi corazón”. Más tarde añadió: “Allí logré 15 victorias, 2 de mis tres títulos, así que mi respeto por ellos es muy grande”. Creo que de no haber olvidado las pizzas, lasañas y risottos, nadie en la Scuderia se hubiera molestado lo más mínimo.

Ya sabemos que Felipe Nasr es un chico “normal”, que llegó a la máxima competición del automovilismo de manera “normal”. Él asegura que lo del Banco do Brasil es pura anécdota, y que los millones que ponen en la escudería Sauber, una decena larga, es algo corriente. Por tanto más que un patrocinio hacia su persona, cuyo resultado es alojarlo en un monoplaza de vivos colores, hablaríamos de un sencillo mecenazgo. Lo que ya no es tan usual es que un piloto diga: “Es importante que dejemos de tirar el dinero en cosas que posiblemente no funcionen”. Nasr está preocupado porque los resultados, según pasan las carreras, han quedado algo estancados, tras un arranque de temporada bastante prometedor. Pero de ahí a meterse en temas técnicos, que van desde el diseño óptimo de las piezas o cómo obrar en el túnel de viento, va un trecho grande, más o menos, la distancia entre Brasil y Hinwil, eso sí, a nado. 

Esta temporada en el team Red Bull, más que correr a tumba abierta, trotan irregularmente. Desde luego que los problemas del propulsor Renault influyen, pero es evidente que el RB11 no brilla en conjunto como lo hicieron sus predecesores. Como a perro flaco las costillas le verás, Max Verstappen tuvo la ocurrencia de comentar, que en Toro Rosso tienen el segundo mejor chasis después del de Mercedes. El jovenzuelo citó a James Key, diseñador del STR10, “como el artífice de tal maravilla”, cosa discutible sin duda. Más tarde Christian Horner, quiso poner las cosas en su sitio, citando que la terna responsable del monoplaza de los bisontes rojos, Rob Marshall, Pierre Wache y Dan Fallows, mancos no son. Finalmente el aún jefe de este cotarro de técnicos, Adrian Newey, afirmó que el equipo necesitará mucha suerte para anotarse un triunfo. Auguro una urgente reunión Tost-Horner para poner las cosas en su sitio, con Key ascendiendo a RBR y Fallows recalando en STR. 


Adrian Newey. Foto: Sutton

En la película del año 1993 “¡Liberad a Willy!”, un valiente muchacho de 12 años lucha por dejar libre a una espectacular orca, retenida en un angosto parque acuático. Dando un salto en el tiempo de 22 años, un calmado ingeniero aeroespacial francés, trata de rescatar de un pequeño bloque motor V6 turbo, lleno de componentes electrónicos, una importante reata de caballos. Hablo evidentemente de Eric Bouiller, team manager de McLaren, quien dijo lo siguiente: “Si somos capaces de liberar potencia, quizás seamos capaces de luchar por el podio”. El galo basa todas sus ilusiones, de nuevo, por enésima vez, en que de exprimir más potencia del power unit by Honda, mayor velocidad en las rectas, “ganado mucho tiempo”. De un eficiente paso por curva, de tener distintos setup competitivos en el bólido, de la eficacia de los frenos, de la fiabilidad del conjunto, nada dijo. Bien sabe Bouiller que faltando lo anterior, mucho tiempo fuera de la pista o en los boxes, estará cualquier coche de competición; en Hungría 2015, a peor, Alonso empujando penosamente el MP4-30H en el carril de boxes…




© Sammas




Ver otros ecos:


“Artículo original en caranddriverthef1”

La audiencia tiene siempre la razón

Verde, que te quiero verde… y verte

Un coche con dos alas distintas

“One week later: Austria 2015”

Pilotando por tierra y casi por el aire

“One week later: Canadá 2015”

Información de F1 en: "Callejón de boxes"




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