¿`FÉ-RRARISTA O NO FER-RARISTA´?
Ya que estamos en fechas navideñas, que
mejor que hablar de la fe, es decir, el admitir o no la existencia de seres
superiores, deidades, el de seguir al pie de la letra un conjunto de mandatos
religiosos, o directamente, creer en lo que no se ve. Pues en plan F1, a
Fernando Alonso, le intentaron convencer durante años, que los Ferrari eran
siempre los `más mejores´, supremos, poniendo el piloto toda su actitud vital
en ello, para finalmente comprobar que lo inexistente, ilusorio y engañoso es.
Sergio Marchionne. De: carsonelove |
El presidente de Ferrari, Sergio Marchionne,
alguien caracterizado desde su llegada, que se lo digan al asturiano, por ser
muy parco en palabras, se puso a divagar sobre lo que es ser `ferrarista´. Y
entró en el complejo campo de si lo es más Sebastian Vettel, de lo que lo pudo
ser en su día un bicampeón del mundo ahora en McLaren-Honda. Decir antes de
nada, que el también director ejecutivo de Fiat-Group, nunca fue nada
partidario de la continuación de Alonso en la Scudería. El alegrón que tuvo al
arribar a Maranello, septiembre 2014, y conocer la negativa del español de
seguir allí cara al 2015, aún con contrato en vigor, debió ser de órdago y lambrusco.
Por ello esta afirmación del italiano, suena a vendetta, a ajuste de cuentas pendientes:
“En solo un
año puedo decir que Vettel se convirtió en más ferrarista que Alonso en cinco”.
Evidentemente decir eso, de sopetón, muy básico parece. Pero de tratarlo de
manera objetiva, veraz, títulos mundiales para Ferrari, desde hace ochos años,
nada de nada.
Así lo reconoció casi de inmediato,
presto y veloz, el ex presidente Luca Codero di Montezemolo, contraatacando
raudamente a la perorata de Marchionne con esto: “Alonso hubiera sido más ferrarista si
Ferrari, en el 2010, hubiera ganado aquel campeonato”. Imagino que
al recordar este episodio, no solo pesa la realidad de aquella nefasta carrera
en Abu Dhabi, una que dejó marca en el equipo. Añadiría también la forma y el
fondo de la salida de Montezemolo de la casa de los Cavallinos, que voluntaria precisamente
no fue. El italiano de paso, aprovechó para dejar claro a Vettel, piloto al que
sinceramente valora, que debe ponerse el listón muy alto. Y nada mejor para
ello que recordar lo conseguido por un heptacampeón, alguien que marcó días y
días de gloria en la escudería de los coches rojunos, uno muy grande llamado
Michael Schumacher.
No sé si Bernie Ecclestone conoce los
típicos belenes navideños catalanes, esos donde nunca falta su `Caganer´, allí, a lo suyo, ass in the air. Quizás por ello, pues
otras razones no se me ocurren, dijo de manera un tanto escatológica: “La fórmula 1 es
una mierda”. Lo preocupante, no es el vocabulario elegido por el
británico, la adjetivación altisonante. Lo chusco es que se trata del máximo
mandatario de la F1, alguien que hace y deshace dentro de su circo. Desde
luego, la figura de Jean Todt pinta menos que Cervantes con el brazo izquierdo;
por cierto, manco no era, al escritor me refiero, que del francés nada sé.
Bernie anda encorajinado por cuestiones de las penalizaciones al cambiar el
motor y luego salir desde Laponia o Siberia. “Tenemos que mirar estas cosas. El público
no entiende nada”, añadió. “Podemos resolver estos problemas, pero no tardando varios
años”. Pues con vigor, mando y sobre todo autoridad, resuelto en dos
días mister `E´.
Bernie Ecclestone. De: Sutton |
De manera mucho más educada y docta,
opinó Adrian Newey, brillante ingeniero aerodinamista, diseñador y director
técnico, cuya carrera ha pasado por equipos como Fittipaldi F1 Racing, March,
McLaren, Williams y Red Bull. “La Fórmula 1, en este momento, es poco saludable dado que
está dominada por los motores”, dijo el nacido en Stratford-upon-Avon.
Y de nuevo, otra vez como es lógico, aludió a las regulaciones, a unas reglas
cicateras, las cuales impiden evolucionar a unos coches que están para eso,
para competir, no para administrar, conservar o guardar, ya sean gomas,
combustible o vueltas de motor. La mejor noticia fue, que quizás con el
anunciado cambio a fondo, de manera drástica algunas reglas, esperemos, Newey
podría replantearse su retonno, su
vuelta al tablero de diseño. Adrian dejo tres esbozos para entonces; mejora física
de los motores, más equipos en pista y un propulsor estándar FIA para quienes
lo deseen. ¡Claro, nítido y cristalino!
Dicen que los niños recién nacidos,
traen una hogaza bajo el brazo, ergo, el jamón o el salami, lo ponen los padres
de su bolsillo. Luego hay gentes nacidas en el Imperio del Sol Naciente, que se
vienen a Europa, y nada más llegar comienzan a soltar todo tipo de sandeces.
Auguran sobre podios y victorias antes de llegar la mitad de temporada, aún con
un new PU, el de Honda, menos rodado que qué un pedrusco cuadrado.
Efectivamente, me refiero al gran Yasuhisa Arai. Para colmo el mú resalao, una vez visto el fiasco de
la temporada 2015, suelta: “Hace un año pronostiqué algo muy optimista, aunque en ese
momento sabía que había muchos problemas por delante”. Aclaró
seguidamente que como eran de tipo eléctrico, de cableado, de la unidad de
control, pues pensó que se podrían solucionar en poco tiempo. Lo típico, en vez
de arreglarlo, lo estropeó aún más. Recemos para que se quede en Japón en el
nuevo año 2016, por el bien de todos, para la salud mental de muchos.
Al igual que un villancico repetido una
y otra vez, de forma machacona, el tema de Red Bull y sus preferencias por
determinadas unidades de potencia, véase la de Mercedes y luego Ferrari, volvió
a aflorar. Christian Horner, zambomba en mano, sostuvo que esas escuderías y
motoristas a la vez, hubieran estado muy felices con la salida de los de la
bebida energética de la F1. En cuanto a las sucesivas amenazadas de su jefe,
Dietrich Mateschitz, el team manager de los de Milton Keynes las justificó así:
“Sentía que
no querían a RBR en la fórmula 1”. Luego confesó: “Dietrich estaba
muy desilusionado, pues los acuerdos que creía ya cerrados, no se
materializaron”. Lo que se callaron Christian & Mateschitz,
claro está, fueron las causas de todo eso, unas más que evidentes. Hablamos por
supuesto, del trato profesado a Renault en las épocas de gloria, ninguneo años
2010-2013, tornando al vapuleo inmisericorde desde la temporada 2014, tras la
llegada de los V6 Turbo hybrid.
Christian Horner. De: f1fanatic |
Como cada año, cuando este toca a su
fin, todo el mundo es tendente a pensar que el siguiente será mejor. Eric
Bouiller es uno de ellos, aunque quizás guardándose los riñones, unos que están
más expuestos por la espalda, dijo: “Nada es fijo ni está garantizado”. Más tarde
continuó explicando: “Sabemos la razón por la que no fuimos competitivos este
año”. El francés además puntualizó, que la tecnología híbrida de los
V6 Turbo le parece bien, pero que necesita perfeccionarse. Creo que esto
último, a las gentes de Mercedes, les puede sonar a algo pretérito, remoto o
lejano. Para finalizar Eric confesó lo siguiente respecto al coche del 2016: “Solo puedo decir
que será una evolución del MP4-30H y que el rendimiento está ya un paso por
delante”. No es por nada, pero aquí sentí un escalofrío, dado que
ese monoplaza no progresó prácticamente nada a lo largo del 2015. En cuanto al
paso adelante, como mucho de metro y medio de tener las piernas largas.
Ver otros ecos:
“Artículo original en caranddriverthef1”
“De
apoyos y quejas”
“Liándola hasta con las
gomas”
“Después del end vino el
open”
http://samgp2250.blogspot.com.es/2015/12/tras-el-final-vino-la-apertura-o-no.html
One
week later: Abu Dhabi 2015
“Sin
miedo, ninguno”
Y su palabra es la ley
Información
de F1 en: "Callejón de boxes"
https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=420612814740692&id=234995019984190¬if_t=like
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