DESDE RUSIA CON AMOR
Bueno,
ese era el título de una peli del famoso
agente 007, que allí preside otro agente, este un Ex KGB, llamado Vladimir Putin,
empeñado a toda costa en recuperar lo que antaño fue un gran imperio gobernado
por zares coronados. Estos no hacían claro está, anuncios de productos
digestivos, como un actor español del mismo apellido, dado que ingerían algo oscuro
muy caro, rico, jugoso y de forma esférica por cucharas soperas.
Rusia, gran
nación llena de inmensas estepas y tundras, de una historia milenaria, que
cuenta además con un mítico ferrocarril, el Transiberiano. Esta república
políticamente conocida como la Federación Rusa, integrada por 85 “sujetos
federales”, es la nación más extensa del mundo, pues se extiende a lo largo y
ancho de algo más de 17 millones de kilómetros cuadrados. Habitada por 146
millones de habitantes, generan sin embargo un PIB algo inferior al de Italia,
unos 2 billones de dólares, pero con un fuerte crecimiento. Se debe
fundamentalmente a sus enormes reservas de materias primas, como hierro o
carbón, sumados a los mayores yacimientos de gas y de petróleo del planeta. Se
venden más de 200.000 automóviles cada mes, aunque allí solo producen poco más
de 1.1 millones de ellos al año.
Su bandera, adoptada oficialmente en 1993, data del siglo XVIII. Posee los colores blanco, que significa la
libertad, la independencia y la paz, el azul, color de la madre de Dios, la fé y la
fidelidad y el rojo,
símbolo de la soberanía, el poder y la sangre derramada en los campos de
batalla. Se disponen horizontalmente en tres franjas de igual tamaño. Además su
himno nacional es melódico y armonioso. Si una palabra puede unirse a Rusia es
vodka, además de un excelente caviar y una ensaladilla, la rusa, manjar de
zares y zarinas, pues precisamente llevaba huevas de esturión en grandes
cantidades. Cuando se hizo plato del proletariado, del populacho, este caro
manjar fue sustituido por una salsa parecida a la mahonesa, pues de llamarse
así, solo puede proceder de Mahón, las Islas Baleares, en España, guste o no a
algunos gastrónomos.
Y ya hablando de lo sucedido previamente sobre
el asfalto, este el de Suzuka, me acordé de la canción de
Martika, con un título apropiadísimo para lo sucedido en los despertares de los
libres 3 y a la clasificatoria del gran premio de Japón: “I feel de hearth
move”. Efectivamente, resulto ser un movimiento telúrico cuando se pregonó a
los cuatro vientos, y eso que “Phanfone” no había llegado todavía, que
Sebastian Vettel abandonaba Red Bull para la temporada 2015. Algunos dicen que
pudieron escucharse crujidos, pero no procedentes del pavimento, del suelo,
sino de los boxes del team de la bebida energética. Posiblemente emergían de la
testa de algún alto responsable, con apellido similar a eso que se les pone a
los cuadros alrededor, para que queden bonitos y luzcan mejor. Pero mientras
allí es con “C”, en el personaje en
cuestión, de nombre Helmut, el nacido en Graz, es con una “K”.
“Sebastian
Vettel nos informó, que abandonará Infiniti Red Bull Racing al finalizar esta
temporada”. Así comenzaba la nota de prensa difundida por la escudería,
que aprovechaba para agradecer a “Seb” los servicios prestados, en forma de
cuatro títulos consecutivos, tanto a nivel del propio piloto como en el mundial
de constructores. Así mismo se le deseaba “lo mejor en su siguiente etapa”,
aunque sin poder revelar el destino, muy teñido de rojo, por cuestiones
contractuales que afectan a potentes patrocinadores inmersos en el sector
bancario-financiero. Inmediatamente se anunciaba también, que sobre los hombros
del joven piloto ruso Daniil Kvyat, recaería la responsabilidad de ocupar la
vacante dejada por Vettel, formando así un verdadero y simbiótico dúo con el
otro Daniel, este el australiano Ricciardo.
Sin querer presumir de mis grandes dotes de
adivino, el traslado del chico de Heppenheim hacía
climas más mediterráneos, supondrá la obligatoria mudanza de Fernando Alonso. Y
es que el piloto español, lleva tiempo sufriendo, mucho, en la escudería
Ferrari de un mal que yo denominaría “del trasto sobre ruedas”. Y es que cada
año lo puesto en pista, sirve exclusivamente para tirarle unas cuantas afotos,
y no muchas, como a las mascotas, pues competitivos nunca fueron, ni por
activa, aunque si por pasiva. Por tanto el asturiano tiró de manual pilotero y
dijo “Quiero ganar, estoy preparado para ello y me siento en condiciones
óptimas para lograr grandes objetivos”. Quedó claro finalmente, que
anunciará su destino definitivo cuando lo estime pertinente, dado que baraja
distintas ofertas. Además y como suele decirse en Castilla “no es cuestión de
ir dando oídos a sordos”, aunque algunos de nombre Luca al serlo, luego largan demasiado.
Y volviendo a los amores y también a los
desamores, hay sin lugar a dudas personas que son
capaces de levantar ambas. Una de ellas es Ron Dennis, aunque tendente más a lo
segundo que a lo primero. Resulta que desde un país lleno de arena, aunque bajo
ella brota el petróleo por millones de barriles, Bahréin, andan descontentos
con la gestión de Ron y por tanto piden su marcha. Como sustituto se habla del
austriaco Gerhard Berger, ex piloto entre otras, de escuderías como la propia
McLaren y también de Ferrari, además de actual copropietario de la escudería
Toro Rosso. Rápidamente desde Woking se habló de “total disparate”, aunque es
muy posible que la posesión del 50% de las acciones del equipo en manos de
Dennis, hagan muy complicado que nadie pueda mostrarle de nuevo la puerta de
salida.
Fue un fin de semana raro desde el principio, pues pintaba gris tirando a negro por el anuncio del tifón antes
mencionado. Este sonaba más a compañía de teléfonos, que a un sistema de
tormentas. Sin embargo lució cielo casi azul el viernes e incluso el sábado, a
pesar de los pesimistas partes meteoro@lógicos, pues rara vez aciertan, al
menos a la primera. El domingo fue otra cosa, pues casi ni amaneció, de cómo
andaba el cielo de oscuro, precipitando lluvia intensa, tendente al aguacero,
para terminar en jarreo. Así que fue bajo este y tras el Safety Car, como se
dió la salida a la carrera de Japón, con los coches levantando una cortina de
agua de varios metros de altura. Y entonces todo pareció absurdo, sin sentido
hacia el espectáculo, pero en aras de muchos intereses mezquinos.
Así
comentar, con tono serio y mesurado,
acerca del gravísimo accidente de Jules Bianchi. Habitualmente diserto de las
muchas sandeces de la FIA, en cuanto a regulaciones absurdas, nimias,
superfluas e innecesarias. Pero después de lo visto en Suzuka, se confirma que
a causa de esas ordenaciones, se dejan de lado los aspectos más apremiantes y
urgentes. Por ejemplo, ¿una retroexcavadora es una grúa? ¿Cualquier
cosa entonces puede ser catalogada como tal y ser un vehículo de rescate,
estando próxima a una pista con bólidos de carreras? ¿Esas “cosas” pueden
entrar dentro del perímetro de seguridad de los coches, sin las modificaciones
adecuadas en cuanto a la seguridad de los pilotos? Y finalmente ¿no tenemos el
ejemplo de Mónaco, donde con extensas, estas si, grúas pluma, se evacuan los
monoplazas sin intrusión alguna en el devenir de la carrera y con garantía
plena para todos los protagonistas que allí intervienen?
Así que como siempre, tarde, mal y a regañamuelas, que ya pocas les quedan, a
torpes y cojeantes empellones, la FIA y Bernie Ecclestone dicen que abrirán una
investigación urgente sobre lo ocurrido. Pero lo hacen a sabiendas de la enorme
indignación, del cabreo y el enojo general de una grandísima parte del mundo de
la fórmula 1, afición incluida claro está. Eso sí, casi 48 horas después de
este lamentable hecho, después de censurar las imágenes de lo ocurrido durante
más de día y medio largo, quizás más. Y sobre todo, tras la presión por la
difusión de las mismas, donde se ve la cruda realidad de lo sucedido a través
de un video colgado por un aficionado, que posiblemente lejos de perseguir la
notoriedad, pretendía tan solo esclarecer lo sucedido. Algo por cierto ya
denunciado en su día por el ex piloto Martin Brundle, sobre la altura de las “grúas-tractores”.
¡¡¡Mama, the momie!!! Bernie Ecclestone. De: Sutton |
© Sammas
Ver otros ecos:
"One week later: Sochi - Rusia 2014"
“Artículo
original en caranddriverthef1.com”
“Quien tiene un amigo, tiene ¿un tesoro?”
“One week later: Marina Bay – Singapur 2014
"Para Asia se fueron,
con una media y un calcetín"
“Todo pasado, ni sabe ni sale bueno … y
las chicanes menos”
“Cambios en Spa Francorchamps; pues
ninguno se vió”
“De un lugar nada relajante”
“One week later:
Hungaroring – Hungría 2014”
Información de F1 en: "Ecos desde los boxes"
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