Y YA CON “NEW
PROJECT” PARA EL 2015
Que esto no para, no se toma un receso,
sigue rulando. Aunque durante unas semanas, lo será solo en los departamentos
de diseño, esos que usan herramientas pero únicamente
informáticas. Mientras los novedosos
que no ruidoso V6 Turbo, se mantendrán aún más callados, a cero
revoluciones y guardados como caros juguetes, dentro de lujosos estuches
imagino. Unos in@genios que lejos de emocionar, arruinan poco a poco, tanto las
economías de gran parte de los equipos, como las ilusiones puestas en ellos por
la afición.
Ya sabemos que el británico Lewis Hamilton fue campeón, mientras
Nico Rosberg germano, pues fue que no. Este último llegaba con posibilidades
reales, y más con la doble puntuación, a la última carrera del año a disputar
en un marco incomparable, la pista del Yas Marina, en Abu Dhabi. Allí todo es
lujo, colosal, formidable y ostentoso. Por brillar, lo hace hasta la arena del
desierto cuando “el Lorenzo“, el sol para entendernos, está a plena
potencia. Hamilton ya tenía diez carreras ganadas, por solo cinco de Rosberg,
quien pareció perder fuelle en sus aspiraciones, y mucho, tras Spa Francorchamps. Hombre siempre fiel a la escudería de la
estrella, tras su arribo desde Williams, parecía que quizás este 2014 era su
año, al cumplir su quinta temporada, el momento de auparse con la corona de
campeón. Sin embargo la agresividad de Lewis, sumada a una pizca más de fortuna, pudo con el talante más sosegado
del joven nacido en Wiesbaden. En suma, un justo campeón por una parte y un
duro candidato a serlo sin lugar a dudas por el otro.
Como en la película “Tu a Boston y
yo a California”, llegó por fin el ansiado momento en que Sebastian
Vettel pudo anunciar su fichaje por Ferrari. Y es que vestirse de rojillo, era algo anhelado por el germano, sobre
todo desde que vió como su montura azulada, dejaba de ser rápida y fiable, pues
de energy ná de ná.
Las burbujas ya no brotaban alegres y vivaces, pues “la lata” contenía solo un
líquido insípido y soso. Las nuevas
normas obraron, o eso dicen, que Seb no se encontrase bien a los mandos del
RBR, o quizás fuese también que no le pilló el feeling al buga, al
menos en las primeras carreras de la temporada. En algunos momentos encima, y
vistos los resultados de su compañero Daniel Ricciardo, debió ser como dormir
en la cama de clavos de un faquir. Yo también sospecho, que algo de ello pudo
venir por el cese de las brillantes invenciones de Adrian Newey, por el “apagado” de una mente tan brillante, al no
encontrar el MacGuffin
del nuevo reglamento. Si encima sumamos un menor empuje del propulsor en el
2014, comparado con las temporadas anteriores, pues … apaga que chapo pues me voy.
Y fue confirmar la llegada del germano,
para que Marco Mattiacci se prodigase en piropos hacia él. Resulta que chamulló
cosas como “es un chico humilde, motivado y de gran experiencia”. Añadió a
lo anterior, que hablaba de un tetracampeón del mundo. Luego Marco, cambiando
de tercio, comentó que veía la fórmula 1, y con solo tan siete meses escasos en
el cargo, como un deporte de gran “intensidad, complejidad, visibilidad”.
Así que no fue nada extraño, visto la tela que tuvo la reflexión procedente de
un jefe de equipo, que sufrió un ¡zas, en toda la boca,
out de Maranello! Así, al día siguiente del gran premio de Abu
Dhabi, ya le habían buscado sustituto, un tal Maurizio Arrivabene, vicepresidente del Canal de Estrategia del
grupo Philip Morris, el propietario de Marlboro, presente sobre los Ferrari,
aunque no visible. Se rumorea además que “Mau”,
y no confundir con la birra ¿vale?, está en los círculos cercanos a Bernie,
sumado a ser directivo de la La Vecchia
Signora, la Juve. Desconozco si todo esto atiende a etéreos negocios
comunes o quizás a compartir además el mismo club de fumadores, con por
ejemplo, Sergio Marchionne.
En el otro lado de este enredo
rojiazulado, vimos a Fernando Alonso. El español tuvo que sufrir viendo como
los de Maranello, que no él, confirmaban
su marcha del team, aún sin
revelar un destino final; bueno, alguien lo filtro, pero “con honda satisfacción”. Está
claro por obvio, que todo pinta de color plata, uno parecido al que llevan
algunos/as en las coronas que lucen sobre sus “tocadas” cabezas. El lugar, ya conocido, se encuentra habitado por
un compadre de intenciones a veces reguleras. Ahora sin embargo su
paquete, el accionarial me refiero, está algo mermado, reducido
hasta el 25% del total. Evidentemente hablo de Ron Dennis, que comparte los
títulos de McLaren Group con un franco-árabe, llamado Mansour Ojjeh, más la
familia real bahreiní. Se rumorea por último, que el gigante Honda no solo
suministrará los propulsores, sino que ha mostrado interés, en ser parte activa
dentro de la compañía con sede en Woking. Y a día de hoy, sin revelar su alineación para el año 2015.
Según la revista Forbes, esa en la que escriben sobre las fortunas de los/as más ricos del mundo, que no
guapos/as, el valor medio de un equipo de F1 actual, ronda los 500 millones de dólares. Red Bull, fue
el que más aumentó su tasación, seguido del Team Mercedes, llegando este último
a los 560 millones de $, tras una fortísima inversión. Ferrari figura en el
number one con una cotización de más de 1.300
millones de $. Le siguen McLaren con 810 millones, mientras Marussia, del
que no dan datos, calculo que pueda rondar unos escasos 100 millones de $. Hace
tan solo dos años, el promedio de los equipos no llegaba a los 340 millones de $. Por tanto, no deja de
incrementarse la diferencia, entre los grandes y los más modestos.
Unos que pese a quien le pese, son imprescindibles para la competición, pues
estos equipos son la cantera de las futuras estrellas de la fórmula 1, lugar donde las promesas del automovilismo
hacen o hacían miles de kilómetros, antes de llegar, alguno de ellos quizás, a
los equipos punteros tras esa etapa de lógico aprendizaje.
Cualquier aficionado a la fórmula 1, y
más si ya luce alguna que otra cana, ve con cierta pena, con tristeza y
aflicción, que el espectáculo merma año tras año. No es pensar en aquello de “tiempos pasados … molaron mazo”, no, pues
los datos de ir apuntalados de unos fríos números, están ahí. La RTL, cadena
alemana que transmite el mundial año a año, cifra este quebranto en casi un millón de espectadores en cada gran
premio. Este perder fuelle desde luego, tiene causas múltiples, decisiones
tomadas erróneas la mayoría, muchas, las cuales lejos de enmendarse, van
retorciéndose en torno a sí mismas, retroalimentándose, entrando en una peligrosa dinámica tendente
al despropósito. Encima nos encontrarnos ante un crash sistémico, el
mayor desde el de 1929, iniciado en el
2007/2008, capaz de empobrecer los bolsillos de una gran parte de los
espectadores. Y para remache encima, en muchos países ya no se puede visionar
una carrera por la TV sin chinchar un buen montón de
eurazos. Además la FIA & FOM parecen empeñados/as en expulsar a los
privilegiados que pueden acudir a los circuitos, por falta de emoción, de
garra.
Y tan solo pasadas menos de 48h de caer
la bandera que cerraba la temporada, test
post-Yas Marina. Mucha expectación por ver a Stoffel Vandoorne a los mandos del MP4-29H, y la “H” viene de
Japón. Resumen, mal el martes, peor el miércoles, fiasco. Personado también
Sebastian Vettel, dentro del box de los Cavallinos, su nuevo equipo. Vestía
sobria camisa de tonos claros, con rayas horizontales y un más que informal,
pantalón vaquero. Esto por cierto, no
gustó ná de ná en su ex equipo RBR y menos a Marko. Carlos Sainz Jr. a bordo de un Red Bull, fue otro polo de atención,
girando 100 vueltas a buen ritmo y sin el más mínimo percance; por cierto, su
fichaje por STR es inminente. Distinto fue para Max Verstappen, que de nuevo chafó el morro del Toro Rosso, curva
19. Con entereza acerada, Nico Rosberg en su Mercedes-AMG, mientras un
debutante, Jolyon Palmer, a los
mandos de un Force India, soltaba tensiones, seguido de Spike Goddard. El mejor tiempo del miércoles fue para el piloto del
DTM, Pascal Wehrlein, a los mandos
de un bólido de los de Brackley, seguido de Raffaele Marciello, Ferrari. Esteban
Occon y el británico Alex Lynn,
Lotus, cerraron los cronos.
En fórmula 1, como en otros campos que
requieren talento, hay elementos emergentes y subsidentes, que
despuntan o que alicaen. En el primer caso tendríamos a un finlandés, Valtteri
Botas, y en el otro, un compatriota suyo, Kimi Raikkonen. Y es que la temporada
de uno y otro, son como el sol y el frio, el vino y el agua, la mahonesa o un
cartón, antagónicas. Así que parece
ser que BOT anda en la órbita de los de Maranello, para sustituir a RAI para la
temporada 2016. Toto Wolff, que
ejerce al unísono de representante de Valtteri, accionista de Williams y
afanoso director del team Mercedes, calificó todo esto muy a su estilo de
hombre serio y cabal: “son solo rumores”. Luego siguiendo
en su línea dijo, “Todavía es demasiado pronto para hablar del 2016”. Yo siempre
aplaudo a personas así, esas que tienen los pies en el suelo, los dos, que van
paso a paso, sin dar bandazos, con un rumbo claro. Así que propongo a Wolff para dirigir el cotarro de
la F1, pues de sumarle una nueva misión, seguro que la borda igual que las otras tres que ya tiene.
© Sammas
Ver otros ecos:
“Artículo
original en caranddriverthef1.com”
“Cosas de gourmets”
“Una vez agotada la caipiriña”
“One week later: Interlagos – Brasil 2014”
“One week later: Austin – EE.UU 2014”
“Quien
tiene un amigo, tiene ¿un tesoro?”
"One week later: Sochi - Rusia 2014"
Información
de F1 en: "Ecos desde los boxes"
Callejón de Boxes. De: sammas |
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