SINGAPUR, SINGAPORE,
SINGAPURA
Esto pasa por aquellas tierras lejanas, con
tantas lenguas y dialectos extraños. Son millones de gargantas parloteando al
mismo tiempo, así
que es complicado aclarar cómo llamar a sus respectivos países. Y
para colmo, tienen un circuito urbano, con los coches de carreras por allí en
medio metiendo ruido, eso sí, este año
menos. Y con unos focos enormes para iluminar la pista, que atraen a todo
tipo de bichos voladores, que zumban más
que los propios monoplazas.
República esta formada por más de 60 islas,
ocupando una superficie que no supera los 700 km2. Situado entre Malaysia e Indonesia,
en medio de ambas, es el país más
pequeño del sudeste asiático. Aún así, en esa escasa superficie,
bastante apretaos, algo oprimidos, viven casi 5.5 millones de pobladores. Con
esas reducidas cifras, son capaces de generar un PIB de casi 300.000 millones de dólares, un tercio del español,
algo a respetar sin lugar a dudas. Esta riqueza se basa fundamentalmente en la
exportación de productos electrónicos,
fármacos, más un potentísimo sector financiero-bancario, que aglutina casi
una cuarta parte de la riqueza total del país. Como ejemplo de este último
sector, es sede
del Mercado Asiático del Dólar. Atesora así mismo, el mayor puerto por cargas de Asia y el
segundo del mundo.
Al ser una ciudad-estado,
este recibe el nombre de su capital y viceversa. Así que no hace falta decir
donde ponen estás gentes su “kilómetro
cero”. Tienen una bonita y sencilla bandera desde 1959, que tampoco hay que complicarse la vida con las enseñas. Presenta los colores rojo,
representando la fraternidad, más el
blanco, signo de pureza y virtud, distribuidos en dos franjas horizontales
de igual medida y proporción. Como
aditamentos lucen una semiluna en fase menguante, señal de nación
joven y en crecimiento, junto a cinco pequeñas estrellas, que representan la
democracia, igualdad, justicia, progreso y paz. Allí dicen que todo “lo que anda,
repta y vuela, pues a la cazuela”, acompañado eso si de mucho arroz
y verduras. Para una mejor digestión, té en cantidad, por hectólitros, pero en
pequeñas tazas de fina porcelana.
Ya en el panorama
carrerístico, en concreto el de Ferrari, hablemos de “Wind of change”, temazo
del grupo Scorpions, curiosamente
surgidos en la localidad alemana de Hannover, en el año 1965. Tras las salidas
de Domenicalli y Montezemolo, dicen que este cobrará 27 millones de € por ello,
y antes la de Marmorini, aires de cambio parecen llegar a Maranello. Quizás
esas permutas no traigan lo deseado por muchos, por ejemplo a Ross Brawn, tipo de mente bien amueblada, que ve
difícil recalar allí, vamos, regresar a la fórmula 1. Resulta que visitó no
hace mucho la sede de los cavallinos por “motivos privados” dijo. Y hablar
pues … se habló, pero desde entonces ná de ná, su teléfono sigue sin sonar. De todos modos y sabiendo que hasta en la cueva de
Altamira se pueden admirar caballos rampantes, entre sus
impresionantes pinturas y grabados, con más de 25 mil años de antigüedad, “nunca
digas nunca jamás” remató Ross, pues el tiempo es impredecible en
ocasiones.
Evidentemente todo proyecto sólido,
necesita de unos puntales consistentes. Así que el nuevo number one de la
escudería, Sergio Marchionne, quiso
dejar claro que la dupla de pilotos actuales continuará para la temporada 2015,
pues “son dos campeones del mundo, fuertes, alma máter para el corazón del
proyecto”, aunque quizás lo dijo con la boca pequeña.
Aprovechó así mismo la ocasión, para pasarle la bola a Mattiacci, pues debe ser él quien convenza a Fernando, de su
permanencia dentro del equipo, dado que con solo “darle un coche que esté a la
altura de su talento, también el
de Kimi, volverá a estar arriba”.
Y con armonizar con lo dicho, me
pregunto si las promesas largamente incumplidas, pueden reverdecer los ánimos para un nuevo
intento, otro lozano empeño.
Desde hace tiempo a la
fórmula 1, no hacen más que llegar cosas
excéntricas, infrecuentes en otros deportes. Resulta que la FIA decidió unilateralmente,
sin consultar a nadie claro está, aplicar la omertá o código de silencio siciliano.
Se pretendían restringir las comunicaciones entre los equipos y sus pilotos, en
cuanto a los parámetros de rendimiento del bólido, para “garantizar el cumplimiento del
artículo 20.1”. Que digo yo, que ese enunciado debe haber brotado como hacen los níscalos o setas en el
campo, por una combinación de agua y sol. Encima amenazaban con sanciones,
en caso de incumplimiento, no solo económicas, sino también deportivas. Pues
perfecto amigos de la “maFIA”, esto
cada vez se parece más al cachondeo del ropero, es decir, “ojos que no ven, gabardina que te mangan”,
aunque luego todo quedó “a media luz”,
como la letra del aquel tango.
Ante el evidente pitorreo,
quizás mejor vacile, tanto en el fondo como en las formas llevadas a cabo para
anunciar y aplicar esta medida, Toto
Wolff, hombre sensato, ponderado y juicioso, solicitó las necesarias aclaraciones
y sobre todo, precisiones al 20.1 sobre lo del “piloto debe conducir el coche solo y sin ayuda”. Este punto casi
equivale a decir “ahí te las compongas
majete”. La pregunta es obvia ¿qué son y que no son parámetros de
rendimiento? ¿Los que tienen que ver
acaso con el transporte subterráneo, sus distintas estaciones, por aquello
de “para@metro”?
¿O quizás aquellos en los que se le ordena a un piloto cosas como lo del “multi
21” famoso o lo del “frenando viene,
pero no se detiene”, pues algunas chicanes se hacen rectas por duplicado,
ahora por lo de “rendi@miento”?
Luego se supo la lista de
requisitos, la que daba y no daba lugar a sanciones, lo que se “pué largar y no largar”, como decía el
dúo humorístico Tip y Coll. De
entrada, nada de utilizar las tablillas exhibidas desde el muro, para señalar
más de lo que hasta ahora se hacía. Además y hasta el gran premio nipón,
algunos de los apartados de estas absurdas normas, no tendrán efecto. Y
resumiendo toda esta mixtura imbebible,
cuestiones y ajustes técnicas/os no. Tipo mapa motor, referentes al
propulsor, su temperatura y su consumo, tampoco. Datos que impliquen al
embrague, diferenciales, presiones de ruedas, más cómo rumban los rivales pues
tampoco. Quedaban por tanto solo, el día, la hora y la fecha en la que el piloto vive.
Por cierto, nada decían de lo que se podía o no ver en los display´s de los
monoplaza, pues algunos no los llevan, que tela tiene.
Algunos no atisban a saber
muy bien cómo
conjugar el verbo cosificar. Tampoco lo referente a las llamadas relaciones
humanas. Para que os quede claro y nunca se os olvide, que mejor que
utilizar como ejemplo lo dicho recientemente por Herr Marko: “El
Sr. Vettel es una de las pertenencias más preciadas. Y si no podemos sacar lo
máximo de eso, algo no funciona”. Resulta que Sebastian intenta renovar
su contrato con Red Bull más allá del año 2016, pero la escudería le ofrece la
firma a la baja, con menos telanga, menos cuartos de por medio, pues el ascenso de
Daniel Ricciardo, reflejado en sus resultados deportivos, se verá también plasmado
en lo económico. Para enrarecer todo esto y desde Italia, lanzaron un mendaz
fake, sobre una ridícula permuta
Alonso – Vettel, algo del todo punto increíble. Es bien sabido que Fernando en su
momento rechazó por dos veces recalar en la escudería energética y
por otra parte, como entender que “Seb” podría ansiar recalar en un team que regresiona más y más desde el año 2010.
El brasileño Lucas di Grassi, fue el primer ganador de la
nueva Fórmula E, esa en la que los coches no llegan a finalizar la carrera por falta de carga
en sus voluminosas baterías. Por tanto los pilotos, deben cambiar de montura mediada la prueba. El sonido emitido por
los coloristas monoplazas, es una mezcla entre una miniatura de Scalextric
a tamaño real y una carretilla elevadora
de las que se utilizan en los almacenes para subir y bajar mercancías paletizadas,
vamos, las que están sobre pales, que de pueblos nada hablo. Por las
calles de Beijín, Pekín para entendernos, rodó una veintena de bólidos, pero no uno detrás de otro como prometían
los organizadores. En la última vuelta, Nicolas Prost, que iba líder, le arreó cerrando la puerta vilmente un buen
leñazo al bueno de Nick Heidfeld,
que rodaba segundo, haciéndole volar para luego aterrizar a plomo sobre la
pista de manera muy aparatosa. Rememoré algo del pasado que me era familiar, pero por el momento solo veo brumas, “fog
in english”.
© Sammas
Ver otros ecos:
“Artículo
original en caranddriverthef1.com”
"Para Asia se fueron, con una media y un calcetín"
“Todo pasado, ni sabe ni sale bueno … y
las chicanes menos”
“Cambios en spa Francorchamps; pues
ninguno se vió”
“De un lugar nada relajante”
“One week later:
Hungaroring – Hungría 2014”
“Dentro
de un telón, que decían que era de acero”
“One
week later: Silverstone - Gran Bretaña 2014”
Información de F1 en: "Ecos desde
los boxes"
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