ASÍ QUE A LA RICA PASTA, PERO AL DENTE, QUE PASARSE ... DE COCIÓN, NO SABE BUENA
El
circo recaló, aunque llueve mucho menos
que en Bélgica, en Italia, bello país en cuanto a monumentos de todo tipo.
Y aunque digan que la pasta, la de comer, la inventaron los chinos hace muchos
siglos, esos tipos bajitos que todo lo copian actualmente, en ninguna otra parte del mundo han sabido
cocinarla de la manera en que en Italy lo hacen, con cientos de
recetas variadas, imposible de poderse decidir por una en concreto.
La República Italiana se extiende a lo largo y ancho de un territorio peninsular,
a manera de
bota alta con tacón, sumando 301.000
km2 para 59.5 millones de habitantes.
Su PIB casi dobla
al español, dado que su desarrollo industrial es evidente, con solo
nombrar su potentísimo sector automovilístico.
Hablamos de marcas de renombre, muchas míticas en distintas competiciones
deportivas, que van desde Alfa Romeo, pasando por Abarth, Autobianchi, Bertone,
De Tomaso, Ferrari, Fiat, Lamborghini, Lancia, Maserati o Pagani, aparte de las
de dos ruedas y los camiones y autobuses que también las tienen. Además acapara más
del 60% del patrimonio cultural mundial según la UNESCO, pues no
solo hablamos de miles de obras de arte, sino de ciudades enteras catalogadas
como tal.
Ya en 1797, Italia lució una bandera tricolor al estilo francés,
aunque hay que esperar a 1861, para
que sea verdaderamente el emblema oficial del recién creado Reino de Italia.
Hablamos de tres franjas verticales
de igual tamaño, siendo el poeta del siglo XIX, Francesco Dall´Ongaro, quien explico magníficamente su significado:
“Bianco come le Alpi, rosse come vulcani, e verde come le pianure della Lombardia”. Y en esas llanuras,
no solo las de esa región, se producen vinos como el Barolo, Chianti, Frascati,
Lambrusco, Valpolichella o el Verdicchio. Para acompañarlos claro está, no solo
está la pasta, sino también las pizzas, los risottos o arroces, todo precedido de antipasto y concluido
con los numerosos tipos de quesos que por allí se producen.
Todos
conocemos el proverbio, chino no, que este es egpañó, que tilda las verdades como puños cuando se
es sincero, directo y claro. También en otras ocasiones se recurre a máximas
tales como “no
morderse la lengua, tragarse sapos, ir de frente”. Pues Fernando Alonso no anduvo por las
ramas, no dio rodeo alguno, al
declarar que a pesar de los problemas de Vettel este año, “el alemán no es el mejor piloto”,
añadiendo que en su opinión el agraciado es Lewis Hamilton. Creo que esto es algo compartido por muchos, obvio hasta
decir 33, salvo lo de Hamilton. Yo creo que con solo darle la
colección de RB´s disfrutada por Sebastian, temporadas 2010 a 2013, por ejemplo al modisto Calvin Klein, le
hubiese sacado unos buenos cronos
hasta en la Paris Fashion Week.
Siguiendo
en el ring, “El club de la lucha”
fue una película exitosa en taquilla allá por el año 1999. Durante sus casi 140
minutos, Edward Norton y su “álter
ego”, Brad Pitt, reparten un motón
de mandobles, obleas y hostias a discreción, grandes como hogazas de pan. Yo
no veo otra solución posible a los problemas de Mercedes, más que Lewis VS Nico se apliquen
mutuamente una terapia similar. Sería eso si, en privado, sin público que
atestiguase el vencedor. Así mismo deberían utilizar unos buenos guantes
y casco de boxeo, para no dañase manos ni ojos. Por último, regirían las más
estrictas reglas de la IBF o International Boxing Federation,
sobre lo referente a no golpear nunca por debajo del elástico del calzón, que
entonces hablaríamos de golpes bajeros, de
esos que incapacitan para muchas horas.
Como
estarán las cosas de tórridas, “hot, hot in english”, que hasta la
renovación del contrato de Hamilton se fundió. La escudería textualmente pasó
nota de prensa hablando de aplazamiento “para estar concentrados en el campeonato y
no involucrarse en intensas conversaciones”. Es cierto que el acuerdo
vence al finalizar la temporada próxima, pues su carácter era trianual, años
2013-2015. Pero también sorprende que ahora se den un receso, cuando visto el
inicio de temporada del británico, los papeles parecían estar pendientes de firma,
que son eso, unos papeles. Para enfriar todo esto, solo proponer un rápido
viaje de Lewis a la heladería de la novia de Rosberg en Ibiza, Vivi´s
Creamery, dado que podría resolver también las desavenencias con el
piloto germano, pues ¿a quién puede
amargar un fresco y mantecoso dulce, y más en estas fechas?
Ante
unas recientes declaraciones del nuevo mandamás “number two dil Cavallino”,
Marco
Mattiacci, diciendo que tiene una “estrategia de tres años con la
que con toda seguridad llevará a Ferrari al éxito, a lo más alto de la fórmula
1”, no tuve más remedio que acordarme de un chiste de esos malos, que
así me pareció lo dicho. El chascarrillo es este: ¿Cuál es el colmo de la
paciencia? ¡Pues meter una zapatilla en una jaula y esperar a que cante! Yo
creo que los millones de tifosis, los repartidos por el mundo, están que
cantan, pero
no ese cante que hace bailar, sino más bien de mentar, de acordarse
de alguien. Encima Marco se autodenominó hombre Ferrari, “quintaesencia de la casa, por
llevar allí desde los quince años”. Lo primero, pues pase, pero lo
segundo y en inglés “to pass three villages boy”, en
castellano “tás
pasao bacalao”.
La escudería del bisonte rojo, Toro Rosso, ha protagonizado siempre decisiones de calado,
mediáticas, ruidosas, a la hora de la sucesión de sus pilotos. No hace falta
más que recordar la salida de Alguersuari
& Buemi al chapar el año 2011. Con la llegada del manitas de Max Verstappen, dan un nuevo giro de
tuerca a la hora de buscar los focos de las cámaras, eso comúnmente llamado “salir en los papeles”. Pues el estreno
de su nueva adquisición para el año 2015, un shiquillo embarcado en un mestizo
RB07 con los colores STR, no fue del todo lucida. Y es que la bisoñez del joven
quedó patente, al romper el morro, si, ¡¡¡el morro!!! (ver 1), el hocico de su
monoplaza por las calles de Rotterdam. Ya lo dejaba claro en su
canción, aquel grupo español: “yo para ser feliz quiero un camión … que un
F1 en nada se parece a un sencillo kart”. Yo mejor me pido mejor un
jamón …
Tras
el retonno
a la competición de Honda como
proveedor de motores al equipo BAR,
año 2000, y no
confundir con una tasca o un garito, también los instalaron en el Team Jordán, años 2001 y 2002; desde luego no se puede decir que aquello
fuese de traca. Para colmo, después de controlar totalmente la primera
escudería citada, años 2005-2006, pasó a conocerse como Honda Racing F1 Team, y la cosa no mejoró en modo alguno, abandonando la F1 al finalizar la temporada
2008. Pues aún con esos mimbres, el actual jefe de Honda, llamado Yasuhisa Arai, nada que ver con los
cascos de competición, declaró que “se plopone ganal caleras en la tempolada
2015”; cosas de los japoneses. Evidentemente ardo en deseos de ver como impelerá
de fuerte el citado propulsor, dado que el McLaren actual es
traccionado por un pepino de aúpa, el
Mercedes PU106A.
No entiendo como los de Woking, ante un arranque más que prometedor en Australia, 2ª y 3ª
plazas finales, fueran
con enorme rapidez hacia una más que evidente desazón, se instalasen
en una zozobra prematura. Y
entiendo que ante eso, que mejor que lanzarse a un prematuro repiqueteo de campanas, con respecto a
la temporada próxima junto a Honda y su power unit. Pero hablamos solo de eso,
de una unidad de potencia, de una parte importante en un bólido de fórmula 1, pero parte al
fin y al cabo. Solo me queda recordar los al menos más de 1.500 millones de dólares “invertidos”
entre los años 2003-2008 por los japoneses, para creer que se deben poner
firmemente los pies en el suelo, antes
de hacer declaraciones rimbombantes, grandilocuentes o campaneras.
Volviendo
a las cuestiones de cuadriláteros, hubo al
iniciarse los años 70 en España, un gran hombre, por estatura, por corazón,
que llegó a campeón de Europa de los pesos pesados, José Manuel Urtain. Inicialmente solo levantaba pedruscos muy
tochos, siendo apodado “Morrosko”,
que en vasco
significa mocetón. Pues cambiando de especialidad, es decir,
piedrolas redondas por simples gomas de caucho, otro mocetón anda patroneando
un equipo del paddock, Vijay Mallya.
Resulta que en su país de origen, la
Unión Bancaria de la India le ha puesto también un sobrenombre, que aún
pareciéndose al anterior, es algo
totalmente opuesto: “Moroso”. Resulta que el apelativo no es nada
noble, pues le viene por adeudar más de 1.500
millones de dólares, un pastón vamos. Yo siempre escuché aquello de que “quien paga … honra repara”, que no
añado más.
“El
morro del Red Bull”
© Sammas
Ver otros ecos:
“Artículo
original en caranddriverthef1.com”
“Cambios en spa Francorchamps; pues ninguno se vió”
“De un lugar nada relajante”
“One week later:
Hungaroring – Hungría 2014”
“Dentro
de un telón, que decían que era de acero”
“One
week later: Silverstone - Gran Bretaña 2014”
Información de F1 en: "Ecos desde
los boxes"
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