domingo, 9 de agosto de 2015

Ecos desde los boxes: cerrado por vacances...






TIEMPO DE DESCANSO, ASUETO Y PAUSA



Camino de un mes, hasta el 21 viernes de agosto, cuando de nuevo se pongan en marcha los motores para los libres 1, en la espectacular pista belga de Spa Francorchamps, dando comienzo al rush final de la temporada, a los nueve últimos grandes premios pendientes, con un muy previsible dominio de los coches plateados.


ART GP2. Mónaco 2015. De: Sutton

Así que mientras tanto, período para pensar, para cavilar qué es o no es bueno para la fórmula 1, qué va o no bien en este tinglado cada vez más rutinario, más monocolor. En McLaren a falta de brillo, ocurrencias varias sobre si los coches cliente aportarían algún lustre. Eric Bouiller se apunta a los que piensan en positivo, casi invitando al equipo de GP2 ART a unirse a ellos: “Podrían acompañarnos, comprando o alquilando dos McLaren”. El galo está convencido que “serían competitivos sin gastar demasiado”. Mucha labor de persuasión deberá desplegar Bouiller, para atraer a los responsables de esta escuadra, Frédéric Vasseur & Nicolas Todt, visto el rumbar de los bólidos de Woking, porque me da que ellos no lo ven ni en una pantalla tamaño cinemascope. Al comentárselo a Graeme Lowdon, director de Manor F1, creo que no se desternilló por mera educación, por pura flema británica.

La rumorología es una ciencia que baila, en la que se mezclan, una parte empírica y otra difusa. Desde luego que la muy tecnificada fórmula 1, no está exenta en absoluto de ambas variables, sobre todo en el aspecto de los fichajes, del movimiento de pilotos de una escudería a otra. Y aunque ahora los motores se tomarán un tiempo de relax, los dimes y diretes, no sólo no dejarán de brotar, sino que posiblemente se incrementen. El último habla de un experimentado conductor inglés, MBE para más señas, campeón del mundo en el año 2009 para ser más precisos, a saber, Jenson Button. Se dice, se habla, se comenta, que dadas las pobres prestaciones obtenidas por el coche que actualmente pilota, sumado a la más que posible salida de un finlandés apellidado como un tipo de calzado, Bottas, camino de Maranello, estaría gustoso de recalar en ese equipo, uno en el que precisamente inició su carrera formulística, Williams.

El problema, dicen, tiene un nombre, Ron, a quien parece ser que esta posible migración, le supondría asumir a ojos de todos, que su nueva apuesta, el MP4-30H, no pinta excesivamente bien, no tiene tintes de ser exitosa en mucho, pero que en mucho tiempo. Ya sabemos  que la “H” representa al motorista que suministra la parte mecánica y la eléctrica del monoplaza en cuestión. Y si alguien como él muy "paciencioso" Button quiere tomar las de Villadiego, aún con contrato para el 2016, confirmaría los peores pronósticos. Me pregunto las razones por las que Dennis tiene tan poco gancho para retener a sus pilotos, para captar patrocinadores, aunque no sean de los llamados title sponsor. Y sobre todo, para rodearse de buenas vibraciones, de buen rollo para entendernos. Quizás cantándole con afinado tono aquello de “Sin ti no soy nada”, estribillo de la canción del grupo Amaral, podría cambiar las intenciones del elegante Jenson Alexander Lyons Button.


Raikkonen. Época 1ª en Ferrari. De: Google

El infortunio volvió a cebarse con Raikkonen durante la carrera de Hungría, en la que el finlandés estaba realizando un gran papel, rodando en la segunda posición a espaldas de su compañero de escudería Sebastian Vettel. Fue en la vuelta 42, cuando Iceman notó una evidente falta de potencia en su propulsor Ferrari 059/4, debiendo abandonar definitivamente la prueba unas vueltas más tarde. Es lógico que ante esto Kimi dijese resignado: “Lo que pase el próximo año, no está en mis manos”. Encima Maurizio Arrivabene, al ser preguntado sobre si en estas cuatro semanas de vacances, tendrá en mente el futuro del dorsal número 7 de la Scudería, dijo secamente: “Se llama parón de verano porque es un parón”. Visto lo visto, solo puedo decirle a Raikkonen, aquello de “que la fuerza te acompañe”, frase muy famosa acuñada en los diálogos de la película Star Wars, y que significa desear suerte a alguien que debe enfrentarse un muy dificil desafio.

Distinta fue la desventura de los pilotos de Mercedes, en la carrera húngara. Ambos partían, como es habitual, desde la cabeza de la parrilla, pero el poleman, Hamilton, perdió la chaveta de inmediato, al verse sobrepasado por ambos coches de Maranello y también por el de su compañero Rosberg. Comenzó ahí todo un recital de excursiones fuera del trazado, de mayor o menor importancia, volantazos a cascoporro, frenadas humeantes, más las correspondientes quejas vía radio. Quizás por ello Nico, viendo como luego Lewis remontaba, poniéndose poco a poco tras sus retrovisores, cometió el error de no dejar el suficiente espacio al impetuoso Ricciardo, en su pasada de frenada en post de superarle. Encima se empecinó en no montar los blandos en su último stint, lo que posiblemente le hubiera salvado de tal maniobra. Creo que Toto Wolff deberá redactar cara a Spa, un decálogo titulado “Los nervios solo en los filetes, esto es F1 señores”. P.D. ¡Queda todo dicho, ¿verdad?!

El idilio entre el equipo Red Bull y Renault Sport F1 parece tocar a su fin. Claro es que el tiempo lo erosiona todo, incluso una unión tan exitosa como la formada por la escudería energética y el motorista del rombo. Todo comenzó en el año 2007, haciéndose especialmente intensa durante las temporadas 2010-2013, con la consecución de un campeonato tras otro. Luego llegaron los nuevos V6 turbo, viejos conocidos de los galos. El problema fue que venían acompañados de una muy novedosa y cara tecnología hybrid, más compleja que una partida de Backgammon a oscuras. Cierto que en Hungaroring los dos danieles, véase Kvyat & Ricciardo, cosecharon un gran resultado. Pero tanto Renault, anhelando volver a tener una escuadra en propiedad, como Red Bull, en su búsqueda de nuevos aires, volaran libres con toda probabilidad a partir del 2017. Mientras tanto, trataran de exprimir su alianza de la manera más productiva para ambos. ¡Lo que el dinero une, solo el fracaso podrá romper!


Vettel. Brasil 2013. `Donuts´. Foto: Red Bull

Las ideas, sensaciones, pareceres, e incluso, decisiones de Bernie Ecclestone, rolan como una veleta al viento, ya sea de norte a sur, o de este a oeste. Lo mismo un día declara que está en contra de los motores V6 turbo, unos que él mismo impulsó, que al siguiente proclama que quien no tenga pasta para estar en la fórmula 1, coja la puerta y con viento fresco se pire a su casa. De ir las cosas aburridas, pues se trastocan las normas, mientras que de surgir un gran premio entretenido decir: ¿Si cambiamos las reglas, habría mejores carreras que la de Hungría?”. A esto en mi pueblo, el de la catedral gótica, lo llamamos “ventajismo”, aunque coloquialmente vendría a ser un “trilerismo” de órdago. Encima, según sus palabras, habló con el pitwall de Mercedes y le espetaron: “¿Ves como podemos no ganar esta carrera y hacerla más emocionante?”. ¡No, sí encima tendremos que aceptar Tiranosaurio Rex como animal de compañía, un ejemplo de cariño, un dechado de ternura!




© Sammas




 Ver otros ecos:


 “Artículo original en caranddriverthef1”

One week later: Hungría 2015

One week later: Gran Bretaña 2015
 
Sin morderse la lengua

La audiencia tiene siempre la razón

Un coche con dos alas distintas

“One week later: Austria 2015”

Información de F1 en: "Callejón de boxes"

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